Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su
interior correrán ríos de agua viva.
Juan 7:37-38 |
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Se reconoce
siete virtudes; (que corresponden a cada pecado capital).
Pecado |
Virtud |
Descripción |
Soberbia |
Humildad
(en
latín,
humilitas) |
Es la característica que define a una persona modesta,
alguien que no se cree mejor o más importante que los demás en
ningún aspecto; es la ausencia de soberbia. |
Avaricia |
Generosidad
(en
latín,
generositas) |
Hábito de dar y entender a los demás. En momentos de
desastres naturales, los esfuerzos de la ayuda son con
frecuencia proporcionados, voluntariamente, por los individuos o
los grupos que actúan de manera unilateral en su entrega de
tiempo, de recursos, de mercancías, dinero, etc.
La generosidad es una forma de
altruismo y rasgo de la
filantropía, como puede verse en las personas anónimas que
prestan servicios en una
Organización sin ánimo de lucro. |
Lujuria |
Castidad
(en
latín,
castitas) |
Comportamiento voluntario a la moderación y adecuada
regulación de
placeres y/o
relaciones sexuales, ya sea por motivos de
religión o
social. No es lo mismo que
abstinencia sexual. |
Ira |
Paciencia
(en
latín,
patientia) |
Actitud para sobre llevar cualquier contratiempo y
dificultad. |
Gula |
Templanza
(en
latín,
temperantia) |
Moderación en la atracción de los
placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes
creados. Asegura el dominio de la
voluntad sobre los
instintos y mantiene los deseos en los límites de la
honestidad. |
Envidia |
Caridad
(en
latín,
caritas) |
Empatía,
amistad. |
Pereza |
Diligencia
(en
latín,
diligentia) |
Es el esmero y el cuidado en ejecutar algo. Como toda virtud
se trabaja, netamente poniéndola en práctica; significa cumplir
con los compromisos, no ser inactivo, no caer en la pereza,
proponerse metas fijas y cumplirlas en su tiempo, poner
entusiasmo en las acciones que se realizan. |
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Juan
6:53
Jesús
les dijo:
De
cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el
día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que
come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me
come, él también vivirá por mí.
Este es
el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y
murieron;
el que come
de este pan, vivirá eternamente.
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