Si
alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su
interior correrán ríos de agua viva.
Juan 7:37-38 |
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El diácono según la Biblia
1 Timoteo 3:8
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no
codiciosos de ganancias deshonestas;
3:9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
3:10 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el
diaconado, si son irreprensibles.
3:11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles
en todo.
3:12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos
y sus casas.
3:13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y
mucha confianza en la fe que es en
Cristo
Jesús.
Un diácono (del griego διακονος, diakonos, «servidor» vía latín diaconus) es
un hombre o mujer que ha recibido el primer grado del sacramento del Orden
Sagrado.
Diácono transitorio
Los diáconos transitorios no son sacerdotes hasta culminar sus estudios de la
Doctrina Cristiana y ser entonces ordenados como sacerdotes por un Ministro. Por
tanto, por un tiempo, todos los sacerdotes son primero ordenados diáconos
transitorios (en tránsito hacia el sacerdocio).
(Discípulo->Diácono->Sacerdote->Ministro o Evangelista->Supervisor o Anciano)
Diácono permanente
Este tipo de diaconado puede ser conferido a hombres casados pero
especialmente comprometidos con su comunidad y la iglesia. El diácono permanente
debe ser considerado hombre "probo" por la comunidad, caritativo, respetuoso,
misericordioso y servicial.
Es determinado que sea casado. Un diácono casado que ha perdido a su esposa
no puede volver a contraer matrimonio, pero si puede optar a ser presbítero.
Quien es ordenado diácono siendo soltero se compromete al celibato permanente.
Elección de siete diáconos
Hechos 6:1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo
murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos
eran desatendidas en la distribución diaria.
6:2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No
es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen
testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de
este trabajo.
6:4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.
6:5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno
de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas,
y a Nicolás prosélito de Antioquía;
6:6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron
las manos.
6:7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Solo el bautizado, lleno del Espíritu Santo, y de la "Sabiduría Cristiana"
recibe esta sagrada ordenación.
Funciones de los diáconos
Sus funciones son:
Proclama el Evangelio y asiste en el Altar, administra los sacramentos del
bautismo, del matrimonio y bendice, lleva el viático a los enfermos (no pueden
administrar la unción de los enfermos, antes, llamada extremaunción) además
puede dirigir la administración de alguna parroquia, se le puede designar una
Diaconía, puede presidir la celebración eucarística dominical, al igual que el
presbítero, pero con la única diferencia que no puede consagrar y puede realizar
otros servicios según la necesidad de la Iglesia. En fin, todo lo relacionado
con la misericordia y caridad además de animar a las comunidades que se le
reponsabilicen.
Vestiduras propias del Diácono
Las vestiduras propias del diácono son la estola puesta al modo diaconal, es
decir, cruzada en el cuerpo desde el hombro izquierdo y unida en el lado
derecho, a la altura de la cintura y sobre esta la dalmática, vestidura cerrada
con amplias mangas, utilizada sobre todo en las grandes celebraciones y
solemnidades. el mismo tambien puede usar camisa sacerdotal y clerisman si asi
lo sintiera.
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Juan
6:53
Jesús
les dijo:
De
cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el
día postrero.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que
come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me
come, él también vivirá por mí.
Este es
el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y
murieron;
el que come
de este pan, vivirá eternamente.
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