|
|
Colosenses
Principal 2da. a los Tesalonicenses TESALONICENSES
Haga 'clic' sobre el capítulo al que desee ir
Capítulo 11:1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Ejemplo de los tesalonicenses 1:2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria
de vosotros en nuestras oraciones,
Capítulo 22:2 pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. 2:3 Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, 2:4 sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. 2:5 Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; 2:6 ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. 2:7 Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. 2:8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos. 2:9 Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. 2:10 Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; 2:11 así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, 2:12 y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria. 2:13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 2:14 Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, 2:15 los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron;y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 2:16 impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo. Ausencia de Pablo de la iglesia 2:17 Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo,
de vista pero no de corazón, tanto más procuramos con mucho
deseo ver vuestro rostro;
Capítulo 33:2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, 3:3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. 3:4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. 3:5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano. 3:6 Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, 3:7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe; 3:8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. 3:9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, 3:10 orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 3:11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. 3:12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. Capítulo 44:2 Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; 4:3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4:4 que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 4:5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 4:6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 4:7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 4:8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. 4:9 Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros; 4:10 y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más; 4:11 y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 4:12 a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada. La venida del Señor 4:13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que
duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen
esperanza.
Capítulo 55:2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; 5:3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 5:4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 5:6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 5:7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 5:8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 5:10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 5:11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. Pablo exhorta a los hermanos 5:12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan
entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;
Salutaciones y bendición final 5:25 Hermanos, orad por nosotros.
Volver arriba é
|
Juan
6:53 De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el
día postrero. El que
come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Este es
el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y
murieron; |
|